¿Qué es un Canario Topacio?

Ya en anteriores oportunidades me he referido a esta variedad, pero en la medida que me introduzco más en su crianza y las lecturas que existen sobre él, encuentro mayores precisiones que las comparto con Uds..

La hipótesis más difundida y de mayor asidero, indica que se trata no necesariamente de una mutación, sino del manejo genético que le dio “el Mago” Mario Ascheri (creo que así se escribe), criador italiano ya fallecido, quien aportó muchísimo a la canaricultura y sus avances genéticos.

La mayor atención del Topacio la presta su fondo blanco o perlado claro, producto de una eliminación u ocultamiento prácticamente total de la pheomelanina. Es decir, es junto con el Eumo la variedad más reciente cuya rápida difusión obedece a que recogen con asombrosa vistosidad lo que todo criador procura, una nítida y generosa concentración de eumelaninas (estrías) sobre un fondo limpio y luminosamente claro (refracción total).

Cómo se llegó a él? Pues esta teoría habla de sucesivos cruces de canarios oxidados (cobres, verdes y piel negra) con canarios INOS. Prueba de ello, es que los pichones Topacios durante sus cinco primeros días tienen el glóbulo del ojo y el ojo mismo completamente rojo (nacen inos) y posteriormente se oscurecen a un tono casi normal.

Lo dicho, explicaría también el por qué del ancho o grosor de sus eumelaninas (estrías). Uno aprecia en el ágata Topacio, por lo general, una eumelanina nítida, concentrada, entrecortada, central y de mayor grosor que un ágata clásico. Precisamente las características mencionadas son las que lo distinguen de sus primos hermanos los “pasteles”, ya que estos últimos marcan un fondo menos limpio, estrías menos nítidas y más delgadas, aunque su parecido sigue siendo notorio a simple vista.

Por su carga ancestral, se debe procurar eliminar en el canario Topacio ese viso de color café con leche que suele aparecer en algunos ejemplares envolviendo su diseño. Si uno se fija de cerca en la estructura y color de un ágata Topacio, verá que su tono se relaciona con el beige o acanelado, mientras que el del ágata Pastel es de un color más pegado al gris.

Se discute y no sin razón, que en el caso de los ágatas los Topacios deberían mostrar una línea eumelánica más delgada, conforme lo mandan los estándares de dicha variedad, sin embargo, si se tiene en cuenta su procedencia genética (canarios oxidados de gruesa melanina como lo son el cobre y el verde) se explica la tolerancia que a ese respecto observan los jueces al momento de someterlos a su escrutinio. Esto no quiere decir por cierto, que los criadores de Topacios no orienten su búsqueda permanente a reducir el grosor eumelánico, pero sin sacrificar su llamativa nitidez. No falta quienes también postulan respecto a que los Topacios deberían ajustarse a un nuevo estándar que les permita diferenciar del resto su apreciado grosor y estructura eumelánica, básicamente en cuanto al ágata, ya que en los oxidados no tiene por qué presentarse este inconveniente.

A diferencia de los “pasteles”, en el caso de los Topacios, sus cruces sucesivos entre puros, no estropean su estructura en el diseño, aunque siempre es recomendable trabajar de vez en cuando con portadores, teniendo la enorme ventaja que un portador de Topacio califica y sobresale como un ejemplar de concurso, pues la influencia del factor de refracción es llamativa y muy vistosa en su apariencia normal o clásica (portadores).

Esto no ocurre por ejemplo con los Pheos, cuyo origen también se ubica ancestralmente en los tipos oxidados, pero sus portadores no tienen opción alguna para exhibición o concursos, por el grave tono amarronado que los envuelve, que sólo los hace útiles como ejemplares de apoyo para sacar buenos Pheos.

Los Topacios se presentan en verdes, cobres, canelas y ágatas. Para gusto de los tradicionales, la presencia del Topacio en los colores verdes y cobres no es beneficiosa, pues el estándar ha permitido que el pico y patas puedan ser color carne, resignando así el tradicional color negro que forma parte del clásico atractivo de los canarios oxidados. Esta quizá resulte siendo la razón por la cual la más amplia difusión en esta nueva línea se concentra en el Agata Topacio, en sus variedades intensos, nevados, mosaicos y plateados. Se recomienda que de vez en cuando se introduzca a los ágatas un cruce con Topacio verde, para refrescar ese diseño tan marcado y de alto contraste.

Espero que lo expuesto contribuya a conocer un poco más sobre los Topacios y que sean muchos los que me sigan en el aprecio a su calidad y belleza, hoy tan de moda.

Luis Ponce-Mendoza N.

Juez Nacional de Canarios de Color

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